Los correctores de maquillaje son cosméticos ideales para reducir las imperfecciones e iluminar el rostro, disimulan las rojeces, neutralizar tonos y corregir manchas. En diferentes formatos, texturas y colores, los correctores de maquillaje se han convertido en el básico de belleza. Y no nos extraña: cubren ojeras, disimulan imperfecciones y aportan mucha luz al rostro.

Correctores de maquillaje modo de uso

Su principal función es disimular las imperfecciones. No obstante, los profesionales del mundo del maquillaje lo han convertido en todo un producto multiusos ya que también permiten:

• Disimular las ojeras, sobre todo aquellas pigmentadas. Perfectas si has pasado una mala noche.
• Cubrir aquellas rojeces. Los correctores de maquillaje cubren las rojeces y venitas. Además son productos que calman posibles picores.
• Disimular granos e imperfecciones. Ideales para cubrir esas marcas de acné.
• Aportar luminosidad y esplendor al rostro.
• Prebase de ojos y labios. Si necesitas un efecto ultrapigmentado en tu maquillaje, cubre la zona con corrector antes de aplicar cualquiera de tus sombras

Formatos de corrector

Existen diferentes formatos al igual que tonos, por eso es importante escoger el tono más adecuado a nuestras necesidades. Estos son algunos de los más comunes:

• Correctores líquidos. Fáciles de usar y efectivos, camuflan muy bien las ojeras y espinillas.
• Correctores en barra o stick. Su formato los hacen más densos y duraderos.
• Correctores en crema. Suelen aplicarse en brochas y cubren las zonas oscuras de la piel, por lo que son ideales para disimular manchas.
• Correctores en lápiz. Proporcionan una corrección muy precisa que te ayuda a perfeccionar y perfilar las zonas que más te interesen.